Resumo

El uso indebido y sobreuso de los antibióticos para tratar cualquier tipo de infección, real o no, ha contribuido a la aparición de bacterias resistentes en los últimos años, amenazando su éxito. Restos de antibióticos son vertidos en el ambiente, provocando una presión selectiva sobre las bacterias, algunas de las cuales pueden adaptarse y sobrevivir, y transferir sus genes de resistencia vertical y horizontalmente a otras bacterias. De esta forma el gua constituye un gran reservorio tanto de microorganismos resistentes como de genes de resistencia. A partir de una muestra de agua del Río Arenales, que atraviesa la ciudad de Salta, se aislaron 164 colonias en presencia de oxitetraciclina (42.7 µg/ml). Se estudió su morfología y respuesta a la tinción de Gram y su capacidad de fermentar lactosa y de emplear citrato como fuente de carbono mediante su cultivo en agar Endo y Citrato de Simmons, respectivamente. Mediante el método de difusión con discos se determinó su sensibilidad a 13 antibióticos: ciprofloxacina, ampicilina, cefalotina, nitrofurantoina, ampicilina sulbactama, trimetoprima-sulfametoxazol, penicilina, oxacilina, eritromicina, clindamicina, vancomicina, ác. nalidíxico y tetraciclina. Se encontró que los 164 aislados correspondieron a bacterias Gram negativas con forma de bacilo o cocobacilo. Mientras que sólo 3 aislados pudieron emplear el citrato como fuente de carbono, por lo menos el 83% creció en agar Endo, y el 68% fermentó la lactosa, lo que indica que probablemente la mayoría de los aislados pertenezca a la familia Enterobacteriacea. Todos fueron resistentes a tetraciclina, oxacilina y clindamicina, el 97% a vancomicina, el 88% a penicilina, el 76% a eritromicina, el 34% a cefalotina, y para el resto de los antibióticos ensayados estos porcentajes fueron menores, pero ninguno de los antibióticos fue efectivo contra todos los aislados. Por otro lado, se encontraron microorganismos que presentaron multiresistencia. Si bien ninguno fue sensible a los 13 antibióticos, cabe destacar que 4 aislados fueron resistentes a 12 de ellos, 10 a 11, 12 a 10 y 21 a 9. A partir de estos resultados, se puede concluir que el agua actúa como un importante reservorio de microorganismos resistentes a los antibióticos, lo que puede ser producto de la contaminación del ambiente con estos fármacos en combinación con una alta contaminación fecal.