Resumo

En Chile existe un grave problema de contaminación causado por altas concentraciones de plomo en el suelo, tal es el caso de Puchuncavi y Arica donde la vida de las personas y del ecosistema se han visto vulneradas debido al mal manejo de los residuos industriales, lo cual motivó la búsqueda de bacterias nativas para ser aplicadas en bioremediación. Para ello, se seleccionaron 5 cepas bacterianas de un total de 91, aisladas en la Región de La Araucanía y clasificadas como bCT 34, 35, 36, 42 y 90. Éstas, de acuerdo a resultados previos presentan tolerancia a Pb y además fueron caracterizadas como resistentes a condiciones extremas de temperatura, pH y nutrición. Se realizaron nuevos ensayos bajo condiciones de laboratorio a la tolerancia de las cepas al Pb, a través de una curva de crecimiento realizada durante 3 días en medio de cultivo YM modificado (28ºC, 180 rpm). Se midió su Tolerancia a sales a través de un ensayo con 0, 0.25, 0.5, 1 y 5% de NaCl en medio de cultivo Plate Count. También se evaluó su capacidad PGPR a través de un ensayo con Arabidopsis thaliana en medio MS 0,5x inoculadas con 10 µl de solución bacteriana (DO:0,1) mas Pseudomona fluorecense (C+) y Escherichia coli DH5α (C-). Las cepas bCT 34 y 90 fueron sometidas a un ensayo similar al anterior, pero esta vez con la adición de Pb (NO3)2 (0,75 mM) en placas divididas, con el propósito de identificar la acción de posibles compuestos volátiles en la promoción del crecimiento vegetal. Los resultados muestran que la cepa bCT 90 presentó mayor tolerancia a Pb, a pesar de su lento crecimiento. Las cepas 34, 35 y 36 son capaces de tolerar hasta un 5% de NaCl. En el ensayo de promoción de crecimiento bCT 34 mostró un peso fresco de 3,31 g por sobre el C+. Por otra parte, bCT 34 y 90 promueven el crecimiento a través de la producción de compuestos volátiles, sin embargo, en tratamientos con Pb no se observa promoción de crecimiento pero si prolongación de la vida de las plántulas, mostrando un 70% de sobrevivencia, frente a los controles con un 30%. Estas cepas pueden ser usadas como bioinoculantes en sistemas de bioremediación de suelos, tolerando altas concentraciones de plomo y prolongando la vida de las plantas y además, gracias a sus características de crecimiento a diferentes temperaturas, pH y condiciones nutricionales pueden ser aplicadas bajo diversas condiciones de suelo.