Resumo

La falta de acceso a agua segura y el saneamiento deficiente son las principales causas del 80 por ciento de las enfermedades hídricas en los países en desarrollo. El crecimiento de la población, la actividad industrial y el cambio climático, ocasionan alteraciones en los ambientes acuáticos que afectan el bienestar general. Cuando la contaminación es microbiológica el problema se torna preocupante ya que las personas utilizan el agua para consumo, recreación o riego pudiendo contraer enfermedades relacionadas con ellos. Las legislaciones de aguas existentes sólo establecen límites de indicadores bacterianos como Escherichia coli (EC) y Enterococcus (EN), pero en general estos microorganismos no predicen con exactitud la presencia de parásitos. Además, las cantidades presentes en agua son pequeñas por lo que se necesita una etapa previa de concentración para poder detectarlos. Se monitorearon cuatrimestralmente durante un año 4 ambientes acuáticos de la Provincia de Salta: Dique Campo Alegre, Ríos Vaqueros y La Caldera y Aguas Termales, de los que se recolectaron 20 l de agua para su posterior concentración. Se midieron variables fisicoquímicas in situ y bacteriológicas en laboratorio. La concentración se realizó por medio de un sistema de ultrafiltración en fibra hueca, empleando el módulo de Microza (Pall, USA) con peso molecular de corte de 50.000 KDalton. El concentrado obtenido fue analizado microscópicamente para la detección de parásitos. En cada ambiente (excepto en aguas termales) se encontraron como mínimo 5 de los 15 parásitos detectados en total: Microsporidium sp, Giardia, Entamoeba coli, Endolimax nana, Cyclospora, Isospora, Diantamoeba fragilis, Entamoeba histolytica, Blastocystis hominis, Blastocystis sp., Cryiptosporidium sp, Enterobius vermicularis, Trichomonas, Ascaris lumbricoides, Balantidium coli. Mientras que en invierno la contaminación bacteriológica disminuyó un 99,9 % (de 10^3 a 1 UFC/100 ml para EN y EC en la mayoría de los casos), no sucedió lo mismo con los parásitos, manteniéndose aproximadamente constante a lo largo del año y representando una amenaza para la salud pública. Por esta razón el monitoreo específico de parásitos es importante, pudiéndose utilizar alguno de ellos como futuro indicador de contaminación parasitológica en agua.