Resumo

Las actividades desarrolladas por la industria petrolera provocan un serio impacto ambiental. Las tecnologías involucradas en el procesamiento de crudos generan grandes volúmenes de aguas oleosas que, en ocasiones, son vertidos al entorno sin cumplir los parámetros de calidad establecidos. El uso de procedimientos biológicos para el tratamiento de residuales líquidos ha recibido especial atención, por ser de bajo costo y ambientalmente amigable, comparado con los procedimientos químicos y físicos. En Cuba se están realizando las primeras investigaciones en este sentido, empleándose cepas microbianas que tienen la capacidad de disminuir la carga de materia orgánica contaminante presente en los efluentes. En este trabajo se empleó la cepa productora de biosurfactantes Serratia marcescens 4116, en el tratamiento de 10 L del agua oleosa residual procedente de una empresa del sector petrolero cubano. Se incubó a S. marcescens en medio salino suplementado con glicerol al 10 % durante 24 horas, 28ºC y 150 rpm. Después de este tiempo, se tomó 1 L del cultivo y se inoculó en 9 L del agua oleosa. El proceso fermentativo se desarrolló a escala de laboratorio en un fermentador de 20 L de capacidad, durante 7 días a 28ºC y 150 rpm de agitación. La remoción de los hidrocarburos totales del petróleo (HTP) se determinó mediante el análisis por cromatografía de adsorción en columna de las fracciones de hidrocarburos saturados, aromáticos, las resinas y los asfaltenos, que revelaron porcentajes de remoción de 80.84, 83.56, 60.21 y 57.24%, respectivamente. Se realizó un ensayo ecotoxicológico empleando la microalga Haematococcus pluvialis que demostró una disminución en un 41.6% de la toxicidad del agua oleosa residual después del tratamiento microbiano. Serratia marcescens 4116 constituye una cepa promisoria para el tratamiento de aguas oleosas procedentes de la industria petrolera cubana.